Un año más, este 1 de junio se celebra el Día Internacional de la Leche, una iniciativa establecida en el 2001 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para promover su consumo entre la población mundial. La leche constituye un alimento indispensable dentro de una dieta equilibrada, como la mediterránea, y su ingesta forma parte de la estrategia NAOS de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que busca reducir la obesidad gracias al dúo entre alimentación saludable y ejercicio físico.
Cuida nuestra salud
Tanto la leche como sus derivados lácteos forman parte de un grupo de alimentos altamente nutritivos por su gran aporte de calcio, magnesio, selenio, riboflavina, vitaminas B12 y A o ácido pantoténico, entre otros. La evidencia científica demuestra que, consumir lácteos en las cantidades adecuadas —en torno a las 2-3 raciones diarias—, aporta múltiples beneficios al organismo en todos los grupos de edad.
- Contribuye al crecimiento durante la infancia. Además, en mujeres embarazadas, lactantes y con menopausia, se recomienda aumentar la cantidad diaria de lácteos debido al gran gasto energético y a los cambios experimentados en dichas etapas.
- Reduce la aparición de enfermedades cardiovasculares y el riesgo de hipertensión. Desde la Fundación Española del Corazón (FEC), recomiendan introducir lácteos dentro de una dieta variada y un estilo de vida activo.
- Mejora la salud digestiva y facilita el buen tránsito intestinal.
- Previene el insomnio. La leche contiene triptófano, un aminoácido esencial que estimula la producción de serotonina, un neurotransmisor regulador de los niveles de sueño, estrés o ansiedad.
Compromiso con las personas
La ingesta de productos lácteos no solo es positiva para la salud humana, sino que impacta de manera positiva en el desarrollo social, especialmente en las zonas rurales.
- Creación de empleo estable y de calidad. De acuerdo con la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL), el sector lácteo genera más de 60.000 empleos directos en España y supone el 8,5% de los puestos de trabajo en la agroalimentación.
- En áreas geográficas como Galicia, Asturias o Castilla y León, destaca el peso de la industria láctea en las economías regionales. En el caso asturiano, se estima que aporta el 9% del PIB de la comunidad.
- Ayuda a fijar población en los pueblos, cuya situación demográfica preocupa. Mientras en las últimas dos décadas, la población española ha aumentado en 6,2 millones de habitantes, 3 de cada 4 municipios han perdido población. En este contexto, la aportación de los ganaderos, en general, y de aquellos que se dedican al lácteo, en particular, es clave para luchar contra la despoblación.
- Alimentar al planeta. La leche, al ser un alimento tan nutritivo, tiene un papel relevante a la hora de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) “hambre cero” de la ONU. Según el Programa Mundial de Alimentos, alrededor de 135 millones de personas padecen hambre severa y uno de cuatro niños en el mundo sufre de retraso en el crecimiento. Algo que, en buena medida, los lácteos podrían paliar, pues “contribuyen a los medios de vida, la seguridad alimentaria y la nutrición de los hogares”.
Nuestro oficio como maestros mantequeros sería imposible sin esta preciada materia prima que cada día nos proporcionan ganaderos y ganaderas comprometidos con el entorno. Con nuestro saber hacer, elaboramos mantequilla artesanal de primera calidad, completando así la gama de productos lácteos que alimentan el cuerpo y el espíritu.