Adoramos nuestra mantequilla. Este lácteo es fuente de vitaminas y es rico en grasas complejas. Forma parte de los más ricos desayunos y también de innumerables platos y recetas, pues aporta sabor, textura, aroma.
Para que la mantequilla conserve todas sus propiedades es muy importante seguir una serie de consejos para evitar que se enrancie o se oxide. Os los detallamos a continuación:
- La mantequilla se tiene que almacenar en el frigorífico a una temperatura entre 1 y 6 ºC.
- Una vez que abrimos la lata, la mantequilla debe presentar un aspecto compacto y un color amarillo más o menos intenso.
- Es importante que utilices la tapa de plástico para cerrar la lata una vez que se quita el abrefácil. La mantequilla coge olores y sabores con mucha facilidad, es como una esponja. Es por esta razón que, aparte de cerrar bien la lata, la mantengas apartada de olores extraños en el frigorífico.
- Es importante evitar que a la mantequilla le dé directamente la luz solar o cualquier tipo de luz artificial. De la misma forma que no es conveniente colocarla junto a fuentes de calor.
Siguiendo todas estas pautas podrás disfrutar de Lorenzana al máximo.